En la actualidad, la adopción de soluciones en la nube por parte de las empresas ha transformado la manera en que se gestionan los recursos y los accesos. Con el aumento del trabajo remoto, la globalización de los equipos y la expansión de aplicaciones SaaS, la gestión de identidades y accesos (IAM) se ha convertido en un componente clave de la ciberseguridad. Sin una correcta estrategia de IAM, los sistemas en la nube pueden quedar vulnerables a ataques externos e internos, robos de identidad y accesos no autorizados.
En este artículo, te ofrecemos una visión de las mejores prácticas en gestión de identidades y accesos para proteger tus entornos cloud.
Implementar el principio de privilegios mínimos
El principio de privilegios mínimos dicta que cada usuario debe tener únicamente los permisos necesarios para realizar sus tareas. En un entorno cloud, esto significa asignar permisos cuidadosamente y evitar la tentación de otorgar accesos excesivos por comodidad. Limitar los privilegios reduce la superficie de ataque, impidiendo que un atacante o un empleado malintencionado tenga acceso a recursos innecesarios.
Adoptar la autenticación multifactor (MFA)
La autenticación multifactor (MFA) añade una capa adicional de seguridad al requerir múltiples formas de verificación antes de conceder acceso a un sistema. La combinación de algo que el usuario sabe (contraseña), algo que tiene (token, teléfono móvil) y algo que es (biometría) ayuda a mitigar el riesgo de comprometer las credenciales.
Supervisar y auditar los accesos de manera continua
Es crucial que las organizaciones supervisen y auditen continuamente los accesos a sus entornos cloud. Las soluciones de IAM deben permitir registrar, analizar y alertar sobre accesos sospechosos o intentos fallidos de autenticación. Auditar regularmente los accesos ayuda a detectar comportamientos anómalos o actividades no autorizadas que pueden indicar una posible brecha de seguridad.
Gestionar identidades no humanas: APIs y máquinas virtuales
No solo los usuarios humanos requieren gestión de identidades. En los entornos cloud, las identidades no humanas —como APIs, contenedores o máquinas virtuales— también necesitan tener sus accesos regulados. Implementar políticas claras de autenticación y autorización para estos activos es esencial para evitar que un acceso no controlado a un API, por ejemplo, comprometa toda la infraestructura.
Implementar el Single Sign-On (SSO)
El Single Sign-On (SSO) permite a los usuarios autenticarse una sola vez y acceder a múltiples aplicaciones y servicios en la nube sin necesidad de ingresar repetidamente sus credenciales. Aunque simplifica el proceso para los usuarios, es fundamental garantizar que el SSO esté respaldado por políticas de seguridad robustas, como el uso de MFA, para reducir el riesgo en caso de que una cuenta sea comprometida.
Realizar revisiones periódicas de acceso
Es esencial realizar revisiones periódicas para garantizar que los accesos y permisos sean apropiados. Con el tiempo, los roles y responsabilidades de los empleados cambian, por lo que es fundamental ajustar los permisos y revocar los accesos innecesarios para mitigar riesgos.
Aplicar políticas de rotación de contraseñas y gestión de credenciales
Las contraseñas y credenciales siguen siendo un vector de ataque común. Aplicar políticas estrictas de rotación de contraseñas, combinadas con la gestión automatizada de credenciales (por ejemplo, con cofres de contraseñas), es esencial para reducir el riesgo de que contraseñas antiguas o comprometidas sean utilizadas por actores maliciosos.
Integrar IAM con el enfoque Zero Trust
El modelo de seguridad Zero Trust se basa en la premisa de que ningún usuario o sistema debe ser confiable por defecto, ni siquiera aquellos dentro del perímetro de la red corporativa. Al integrar IAM con Zero Trust, se refuerza la seguridad al exigir verificaciones continuas de identidades y accesos para todos los recursos en la nube, eliminando la confianza implícita.
La gestión efectiva de identidades y accesos en los entornos cloud es fundamental para mitigar riesgos y proteger los activos digitales de una organización. A medida que las empresas continúan migrando a la nube, implementar soluciones IAM que integren MFA, supervisión continua y principios de privilegios mínimos se vuelve esencial para mantener una postura de seguridad fuerte. En un mundo donde los ciberataques son cada vez más sofisticados, gestionar las identidades y accesos correctamente puede marcar la diferencia entre una empresa segura y una expuesta a riesgos.
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